Ganas de agradar

Vamos hoy con la segunda de las cualidades más importantes del temperamento del perro. Lo entendemos como el grado de deseo de trabajar para el guía. La calidad de este rasgo es directamente proporcional a la calidad del vínculo existente entre el guía y el perro. A mí en particular es una de las cualidades que más me impresiona del perro.

Como es normal, deseamos tener un perro que presente un alto grado de expresión de este rasgo, porque:

• Estos perros son muy cooperativos y su disposición al trabajo es muy buena.

• Mantienen un alto grado de motivación y atención.

• Su nivel de respuesta suele ser muy bueno.

• La duración de la clase puede alargarse porque el perro mantiene la atención y el deseo de trabajar.

La forma de conseguir que un perro mantenga un nivel alto de ganas de agradar al guía pasa por conseguir primero que el perro tenga un alto grado de atención; una vez conseguido esto, preparamos un programa de refuerzo continuo durante las primeras clases para que el perro aprenda que tiene mucho que ganar al mostrarse dispuesto y cooperativo en el trabajo.

Esta etapa debe hacerse en varias sesiones cortas al día, para que el perro se encuentre en situación placentera a menudo y porque, si la sesión es larga y damos un número de refuerzos elevado, el refuerzo pierde valor por ser repetitivo y predecible. En el momento en el que el perro demuestre un mayor interés por el trabajo y realice los ejercicios de forma más alegre, pasaremos a un programa de reforzamiento intermitente variable para consolidar sus conductas, pero también para que la expectación le sirva de estímulo e intensifique su actitud y sus respuestas para conseguirlo.